lunes, 2 de julio de 2012

First Of The Month (Equinox)

El idealizar una historia no hace nada más que crear falsas ilusiones y expectativas. Es lo mismo que tirarse de un precipicio, la caída duele un montón, pero las razones que te llevan a tirarte de él duelen aún más, como si te quemaran vivo.

Y aplica a todo. Aplica a la plata, a los sueños, al amor, a los amigos, a la familia, a los estudios. En ese preciso minuto en el que te das cuenta que poco a poco, lenta y dolorosamente, tu historia ideal va decayendo, abajo y más abajo hasta quedar en el piso es en el que se te aprieta el pecho (pechitomao'), se nublan las ideas, te quema la garganta, las lágrimas no tienen ni la fuerza para salir y piensas que tu pieza es tu mejor refugio por años.

Qué pasa. Claro. Duele, y mucho. Sobre todo si uno es extremadamente sensible (sí, ese es mi caso .. a veces beneficia mucho, otras es un culo). Pero es este ahogo constante, que puede durar horas, días, semanas, meses el que te hace crecer, el que te obliga a ti mismo a levantar la cabeza para que las vías respiratorias se abran y deje de doler de a poco. Es el malestar físico que lleva a intentar hacer todo por eliminar el malestar psicológico que lo causa. Y es en estos minutos de estar hundido en lo más profundo los que te hacen ver una luz que antes no veías.

Asumir cosas es difícil. Sobre todo si conllevan sentimientos ajenos, a otras personas, amistades, historias de vida unidas en determinado punto del tiempo. Asumir también puede doler mucho. Pero bueno, se asume. Se pelea contra esa asumición todo el día. Hasta que se desencadena algo. Había una sola cosa que REALMENTE te llevaba a dudar de ese punto a asumir. SÓLO UNA. Y de pronto, esa cosa malditamente influyente desaparece. Así como llega, se va. Y se va duramente. CORTA, DUELE CALETA. Ahora, es este minuto en el que escribo pechitomao total (que ñoño suena <3), en el que siento que me ahogo, en el que también tengo la suerte de poder pensar que justo HOY, el día en el que después de meses de meditación y negación absoluta asumí aquella cosa que no quería asumir se fue mi impedimento, desapareció. Ya no tengo NINGUNA excusa de nada. Sólo queda enterrar el miedo 6 metros bajo la tierra, como dijo una sabia amiga mía, y seguir adelante.  


El tiempo sabe cuando permitir que las cosas pasen, el cuerpo sabe cuando no te permite llorar por imbecilidades y el destino sabe cuando tiene que revelar ciertas cosas. Fin de semana ULTRA MEGA intenso, pero muy educativo y meditativo jaja.


peace out*

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