miércoles, 8 de agosto de 2012

Poema de una moribunda


Como el ave fénix
que se hace ceniza y
vuelve a renacer.

He muerto
más de mil veces,
mi cuerpo y mi alma
han agonizado
en el lecho del moribundo
y han resurgido
desde el fondo
con nuevas raíces,
nuevos matices,
nuevos conocimientos.

Jamás dejé de ser
lo que siempre fui.
Jamás dejaré de serlo.

Estamos creados
bajo un esquema predeterminado,
una forma de pensar,
un criterio.
Somos enseñados
para creer en ciertas cosas,
para apoyar ciertas corrientes,
para pensar de determinadas maneras.

Mi ars moriendi.
Mi arte de morir.
Mi forma de morir.
Alcanzar un punto
de algidez en mi vida,
caer en picada
y morir.
Morir para imitar
el misterio del fénix
y volver a nacer,
volver a echar raíces,
volver a aprender
para repetir el ciclo,
ese ciclo de muerte
contínuo,
constante
que se repite
una y otra
y otra vez más.

1 comentario: